Señalé hace varias semanas el ‘choque’ entre las ambiciones
constructivas de Peñalosa, Alcalde de Bogotá y las recomendaciones del profesor
Tomás van der Hammen y la creación de la reserva en el norte
de Bogotá, que es una realidad hace varios años.
Sin embargo, posteriormente queda en el aire la juridicidad de la
reserva, pues esa iniciativa no cuajó en vida del profesor sino pocos años
después de su muerte y fue de la CAR de Cundinamarca, aun cuando la misma
entidad tiene dudas sobre la legalidad y su cumplimiento de los requisitos para
ello.
En el curso de la lectura de las memorias, que llevan el título de ‘Una
vida vivida’, fui tomando nota de las de las aclaraciones que Van der Hammen hizo de aquella iniciativa. La primera alusión aparece en la página 140
y es más ambiciosa: “También quisiera proponer la creación de una asociación
nacional particular para la protección de la naturaleza que con independencia
del Inderena pero colaborando extremadamente con éste podría tener grupos de
acción en los departamentos y municipios y que tendría como tarea más
importante conseguir en propiedad terrenos en toda la República con fondos
particulares y subsidios del gobierno”.
La propuesta más cercana a la “creación de una reserva” es la creación
de un Parque Nacional de la Sabana de Bogotá consistente en la siembra de
árboles y otro tipo de vegetación natural en distintas partes del área donde
existen todavía, pero que corren gran peligro de desaparecer bajo la presión de
una población creciente y la de una urbanización discriminada”.
Casi sobra calificar de ilusoria la propuesta de Van der Hammen pues, ‘conociendo mi gente’, vería el proponente una huida desordenada
de los terratenientes y urbanizadores de La Sabana, no sólo por el hecho de
crear la reserva, sino de verse obligados a aportar algo de dinero para un
proyecto que sólo era de interés común.
Sin embargo, como buen naturalista, presentó su idea en 1999 (pág. 172):
“En el plan de Bogotá […] se proponía construir ciudades sobre gran parte de
los territorios aún verdes del norte de la ciudad [con lo cual] se formaría un
área construida continua con los municipios de los alrededores como Cota y Chía
y sería el comienzo de una urbanización insaciable sobre toda La Sabana.
Además, en ese sector norte verde existen todavía importantes valores
ambientales y naturales: los bosques de los cerros orientales, los humedales de
Torca – Guaymaral, las colinas boscosas de la Conejera (Suba), el pantano
(humedal) de la Conejera, el último resto de bosque natural de la altiplanicie
(la maleza de Suba) y el valle del Río Bogotá”.
Veía el profesor lo que llamó “largo corredor boscoso” para poder
mantener la vegetación que, separada cada pequeña extensión de terreno, no
podía sostenerse: Van der Hammen dictó una erudita conferencia en Cali y otra en Villa de Leyva, de las
cuales se desprendió un hermoso panorama ecológico pero desde ese entonces
había un enfrentamiento entre el municipio de Bogotá y la utopía Van der Hammen (pág. 175).
En el año 2004, al cumplir sus 80 años, continuó librando su imposible
batalla en pro de los recursos naturales renovables y de la población (pág.
181): “[…] un pobre no se puede permitir pensar en las consecuencias de sus
actos ya que prevalece el darle de comer a su familia el día de hoy y mañana
para no morir de hambre. El otro aspecto es la riqueza irresponsable, cuyo
interés principal es que el dinero produzca más dinero.” Agrega el ejemplo de
los grandes cultivos de papa en los páramos y cómo la combinación de riqueza y
pobreza ha engendrado los nefastos ‘narco’ cultivos.
¡Hay tanto más que decir! Pero el espacio no me permite hacerlo. Sí
quiero recomendar al Ministro del Ambiente y a las corporaciones regionales
(todas ellas ineficientes y, en ocasiones, corruptas) que lean, obviamente por
primera vez, estos maravillosos textos.
Debo explicar que quise terminar el comentario sobre Van der Hammen y su libro sin haberme ocupado de la frase que el gobierno redactó
tramposamente, con lo cual está pidiendo votar ‘Sí’ a quienes la tenemos
atravesada en la garganta.
Más ambientalismo
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El Pais - Cali Colombia - ... constructivas del Alcalde de Bogotá y las recomendaciones del profesor Tomás van der Hammen y la creación de la reserva en el norte de Bogotá, ...
¿La reserva Van Der Hammen?
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