Felipe Zuleta Lleras* Soñar se vale Peñalosa

   Advirtiendo como toca, para evitar suspicacias de los adversarios del alcalde Peñalosa, que no tengo contratos con el Distrito, quiero contarle a usted sobre una experiencia interesante que tuve esta semana.
   Un grupo de periodistas de Noticias Caracol y Blu Radio almorzamos el pasado martes con el alcalde Peñalosa. Tuvimos la oportunidad de preguntarle sobre temas puntuales. Metro, Transmilenio, desarrollo urbano, parques, entre otros.
   Le confieso a usted que quedé muy bien impresionado con el alcalde, a pesar de que la encuesta de Gallup muestre que su imagen es impopular. Eso ya le había pasado durante su primer mandato.
   A Peñalosa le cabe la ciudad en la cabeza. Conoce al detalle el funcionamiento de la administración.
   Nos explicó las razones por las cuales el metro será elevado. Peñalosa piensa, con razón, que las obras del metro, como estaban planeadas, no sólo eran más costosas, sino demoradas. Como suele pensar en grande, él cree que se pueden hacer grandes obras de renovación urbana en torno a las estaciones del metro, como se hace en el mundo. Este metro podría estar listo en cinco o seis años.
   Habló también de lo que encontraron en el Bronx, una zona de Bogotá que era propiedad de la delincuencia organizada y que ninguno de sus antecesores se atrevió a solucionar. Eso no sólo requiere decisión sino carácter. De los 1.200 habitantes de calle que vivían allí, hoy quedan 150 que no se han querido someter a tratamientos ni a vivir en los albergues que tiene Bogotá. Claro que sus opositores de oficio han querido hacer aparecer esto como si las cosas no se hubieran hecho bien.
   Nos explicó el alcalde en detalle lo que se hará en los cerros de Bogotá, desde la calle 170 hasta Usme. Un sendero ecológico que permitiría que los habitantes podamos hacer unos paseos absolutamente maravillosos en nuestros cerros. Sin lugar a dudas, de lograr esta obra, Peñalosa estaría premiando a los que vivimos en Bogotá. Claro que no faltarán los medioambientalistas que se opondrán a eso.
   Explicó el alcalde en detalle un nuevo decreto que regulará las construcciones en Bogotá. Impone, por ejemplo, a los constructores la obligación de dejar aceras de 15 metros. Y los premia permitiendo mayores alturas si hacen renovación urbana.
   Por supuesto que muchas serían las cosas que podríamos hablar tras esta reunión de casi 4 horas. Lo cierto es que Peñalosa es un soñador, piensa en grande, aspira a dejarles a los bogotanos una ciudad en donde todos podamos vivir mejor. Es claro que los procesos públicos son largos y dispendiosos, pero, la verdad, si el alcalde logra así sea el 50 % de lo que está pensando, los bogotanos tendríamos una ciudad mejor, más vivible, más agradable. ¡Ojalá!

   Notícula. Me cuesta mucho trabajo entender a quienes, ejerciendo su derecho como corresponde, se oponen a los acuerdos de La Habana. La verdad, prefiero a las Farc politiqueando que disparando.

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