ABC del Plan de Desarrollo de Bogotá

 15 may. CI.- Los Planes de Desarrollo están consagrados en la Constitución Política. Son un instrumento de planificación que orienta el accionar de los diferentes actores del territorio en este caso Bogotá, durante un período de gobierno. En este, el Plan Distrital de Desarrollo -PDD- se expresan los objetivos, metas, políticas, programas, subprogramas y proyectos de desarrollo, que no sólo son el resultado de un proceso de concertación, sino que responden a los compromisos adquiridos en el Programa de Gobierno y a las competencias y recursos definidos tanto por la Constitución como por la Ley. 
    Por Andrés Camacho*. La Constitución Política define las atribuciones del gobernador, en este caso el Alcalde, entre las cuales está: “Presentar oportunamente a la asamblea departamental los proyectos de ordenanza sobre planes y programas de desarrollo económico y social, obras públicas y presupuesto anual de rentas y gastos”. A su vez la constitución asigna a las asambleas departamentales, es decir para este caso al Concejo de Bogotá la función de “Adoptar de acuerdo con la ley los planes y programas de desarrollo económico y social y los de obras públicas…”. 
   El PDD debe estar compuesto por dos bloques básicos, una parte estratégica y el plan de inversiones plurianual y para su aprobación el Concejo tiene 30 días a partir de su presentación para tal fin. Esto significa que a más tardar el próximo 31 de mayo el Concejo deberá emitir su concepto sobre el plan presentado por Peñalosa. Por esa razón, he preparado un corto análisis sobre el PDD Bogotá Mejor Para Todos con la intención de mostrar su estructura e implicaciones. 
   La estructura del PDD. El plan presentado por Peñalosa en su parte estratégica está compuesto por 3 pilares y 4 ejes transversales. Los pilares son iualdad en Calidad de Vida, Democracia Urbana y Construcción de Comunidad. A las par, los ejes transversales son un nuevo Ordenamiento Territorial, el Desarrollo Económico Basado en el Conocimiento, la Sostenibilidad Ambiental basada en Eficiencia Energética y un Gobierno Legítimo, Fortalecimiento local y Eficiencia.
   Al realizar una análisis sobre los elementos generales del plan presentado por Peñalosa llama la atención la visión antropocéntrica que se expresa a lo largo del documento y es explicita en la primer frase de la introducción “La ciudad es un hábitat humano”, concepción permanente en cada uno de los apartes del plan y que permite comprender la base del modelo de ciudad que representa Peñalosa, pensada para el ser humano sin reconocimiento del ecosistema y la relación estrecha con la naturaleza, pese a las intenciones de remediarlo con programas y proyectos en su PDD no hay forma ocultar la concepción transversal de su plan.
     A su vez, en el documento se usa de manera reiterada la palabra sentimiento: 'sentimiento de exclusión', 'sentimiento de seguridad', 'sentimiento de protección', lo cual refleja la verdadera concepción sobre la garantía de derechos. El plan busca el mejoramiento de percepciones, la generación de sentimientos y no, como debería ser de fondo, la garantía de derechos. También es evidente en el PDD la relevancia que su modelo de ciudad le da al espacio público, pero no como muchos quisiéramos pensado para el ejercicio de la ciudadanía y la democracia, es más bien una concepción estética del espacio público, hace énfasis en la limpieza, el orden, la infraestructura y la recuperación. Finalmente dentro de los elementos transversales que han llamado mi atención en el PDD de Peñalosa esta una flagrante contradicción, presume con una visión de ciudad 2020 y 2038 compacta, ordenada y densificada adecuadamente, mientras en la práctica promueve proyectos de urbanización en los bordes, en reservas ambientales y planea una ciudad expandida y excluyente.
     Valoraciones. En términos generales la forma del PDD Bogotá Mejor Para Todos es una poesía llena de recursos literarios, habla de felicidad, oportunidades, diversidad, respeto por la diferencia, participación, describe una ciudad moderna, sustentable, respetuosa del ambiente, con tecnologías de punta, líder en cultura ciudadana, ejemplo de buen gobierno, libre de pobreza, exclusión, y discriminación, interconectada, eficiente en movilidad y con un alto reconocimiento de lo público. 
     Es evidente que, desde la presentación del borrador, intentaron aún de manera tímida involucrar una política para la ruralidad de Bogotá y una para la ciudad de Paz y Reconciliación, sin embargo en lo concreto, en lo que tiene que ver con los programas y proyectos y especialmente en las normas y facultades que se solicitan para la aplicación del plan se encuentran una serie de atribuciones, reformas y medidas que han sido catalogadas como verdaderos micos, además usurpan de facto las facultades propias del cabildo distrital. A continuación algunas de las facultades y medidas más controversiales del plan:
     Micos en el Pilar1. Igualdad en Calidad de Vida
   Incremento del 0,5% en la estampilla PRO PERSONAS MAYORES.
   Facultades para asociaciones públicas y privadas para actividades científicas
 y tecnológicas.
   Fusión o enajenación de la EPS Capital Salud.
   Micos en el Pilar 2. Democracia Urbana:
 Pago anual para circulación de vehículos en horario de pico y placa.
  Peajes Urbanos.
 Cobro de contribución para parqueaderos.
  Facultades para actualizar y definir tarifas de parqueaderos.
 Adoptar el Fondo Distrital para la estabilización de la tarifa SITP.
  Permiso especial para desarrollar mecanismos legales para gestión del suelo.
 Figura especial para combatir la invasión de espacio público.
  Enajenación forzosa de predios.
 Autorización al alcalde para variar y canjear bienes de uso público.
   Micos en el Pilar 3. Construcción de Comunidad:
Facultades para adoptar y diseñar una estrategia de Paz en el Distrito Capital.
   Micos en el Eje Transversal 1.Nuevo Ordenamiento Territorial:
  Destinar recursos de subsidios otorgados, renunciados, perdidos, vencidos o revocados
 al presupuesto de la Secretaria de Hábitat.
  Autorización para fijar los porcentajes mínimos de viviendas de interés social y prioritario.
   Micos en el Eje Transversal 2.Desarrollo Económico Basado en el Conocimiento:
Reportar a centrales de riesgo a los deudores morosos del distrito.
Modificación del Acuerdo 387/2009 para la definición de las mipymes beneficiarias
 de subsidios.
   Micos en el Eje Transversal 4.Gobierno Legítimo, Fortalecimiento local y Eficiencia:
  Priorizas y focalizar subsidios y beneficios.
 Facultades por 12 meses para modificar la estructura administrativa del distrito.
  Facultades por 6 meses para suprimir o fusionar observatorios distritales.
Definir un nuevo plazo para inicio de obras por valorización.
  Plan Plurianual de Inversiones. Se presenta la estrategia financiera, las fuentes de financiación y la política de endeudamiento, es en esta parte donde aparece la solicitud para enajenar total o parcialmente la participación accionaria del distrito en la ETB, pero además solicita se extienda dicha autorización a entidades distritales que también son accionistas de la ETB, entre ellas por ejemplo la Universidad Distrital. Aparece también la misma solicitud de autorización para enajenar las acciones de Transmilenio en la Empresa Férrea Regional SAS, lo sorprendente de dicha solicitud es que a pesar de ser presentada por Peñalosa como una medida para “aumentar la inversión social”, en el propio texto señala que se trata de una medida complementaria, así que de manera engañosa pretende mostrar la venta de la ETB como una oportunidad y una necesidad.
   Ya inició en el Concejo de Bogotá la discusión del Plan de Desarrollo, razón por la cual las semanas que vienen serán de una intensa movilización que deberá influir en la discusión del PDD. En puntos trascendentales como la solicitud para enajenar las acciones de la ETB tendremos poco más de 15 días para conocer el futuro de tan importante patrimonio para la ciudad, pero además conoceremos si prosperaron los micos de Peñalosa o los intereses de la ciudadanía. 
   Comenzó echando para atrás el proyecto del metro que mal que bien había comenzado a encontrar rumbo, y declarando que Bogotá debía acabar de comerse la Sabana.
   Canal Capital: se debía poner al servicio de su apellido.
   El Transmilenio, según sus estudios e intereses, era el mejor sistema del mundo, y
   La reserva Van der Hammen, un capricho de los ambientalistas.
   Y como todo estaba en ruinas, lo urgente era conseguir plata porque los torcidos habían dejado el Distrito en ruinas.
   El Plan de Desarrollo que está negociando con el Concejo a punta de desayunos y otras “facilities” es un chamizo lleno de micos, que comienza con la venta de la ETB y terminará imponiendo impuestos a la movilidad, a los parqueaderos, al alumbrado público. Necesita aceitar su maquinaria política con miras a suceder en la Presidencia de la República a su mentor Vargas Lleras.
 Dentro de los planes que manosea el doctor –es un decir– Peñalosa está el de acabar con los Mercados Campesinos que desde hace más de una década se celebran en Bogotá. De las regiones andinas centrales –Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Santander– los pequeños campesinos traían sus cosechas y se sentaban en la Plaza de Bolívar, a donde llegaban los ciudadanos a comprarlas. Los productores se brincaban a los intermediarios, y los compradores ahorraban así el 30%. Ganancia por los dos lados. Pero pérdida para los especuladores de las centrales de abastos que tienen un gran músculo, sobre todo en el dedo índice.
   En el país funcionan muchos mercados campesinos que mueven miles de millones de pesos y que contribuyen a frenar la ruina de esa frágil y arrinconada economía familiar. Los intereses económicos de los comerciantes y de los políticos son los enemigos declarados de esta modalidad, cooperativa en muchos casos, que podría a la larga mermar el terrible efecto que sobre los campesinos tienen los TLC: ¡El 70% de la producción campesina es de autoconsumo y se están importando 10 millones de toneladas de alimentos! Peñalosa les ha declarado la guerra y quiere transformar los mercados campesinos en una feria gourmet de alimentos a donde vayan sus vecinos de barrio y conmilitones a catar frutos raros y curiosos, preparaciones exóticas y platillos decorados con flores de calabaza. Se daría cita allí la crême de la crême de la alta sociedad bogotana. La idea es borrar el campesinado del panorama nacional, arruinarlo, taparle toda salida democrática y transformarlo en un humilde y dócil labriego.

   La maniobra resultaría un mero embeleco de niño bien que echa mano de una gris entidad llamada Región Administrativa y de Planificación Especial (RAPE) –tan brumosa como los títulos académicos del alcalde–, respaldada paradójicamente ni más ni menos que por la FAO, cuyo principio vital es “mitigar la pobreza y reducir el hambre promoviendo el desarrollo agrícola”. Pero lleva escondido un taco de dinamita. El verdadero propósito de liquidar los mercados campesinos en Bogotá está relacionado con el polémico artículo 87 del Plan de Desarrollo, introducido por el Centro Democrático, que dice: “Si los eventuales acuerdos de paz establecen o implican alguna clase de destinación o uso especial del territorio de la capital, se requerirá la aprobación del Concejo de Bogotá”. En dos palabras: la maniobra contra los mercados campesinos es el primer paso para atravesársele a la paz en la capitalde la República. ¿Se tratará acaso de un despunte primaveral de la triple alianza Uribe-Vargas Lleras-Peñalosa?

El plan distrital de desarrollo para “recuperar” Bogotá





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