Por:
Camila Ramírez – marzo 9 de 2016. El recorte del programa Territorios Saludables,
anunciado por Peñalosa, ha disparado las protestas por parte de los pacientes y los
más de 9.000 trabajadores de la salud que verían afectados sus empleos con la
medida.
El programa inició con la administración
de Petro y ofrecía atención primaria en salud
desde un enfoque familiar, territorial y comunitario. Si no se le da
continuidad, traería consigo el despido masivo de más de 9.000 profesionales y
trabajadores de la salud. Por esto, quienes venían laborando en el mismo han
venido realizando plantones frente a la Secretaría Distrital de Salud y una
movilización, el pasado 5 de febrero, hacia la Plaza de Bolívar para exigir que
continúe la iniciativa y se les renueven sus contratos.
Los trabajadores
manifiestan que sus contratos iban hasta el 31 de enero y que, a partir de ese
día, se debían renovar para dar continuidad a las labores del programa, pero se
encontraron con la sorpresa de que Territorios Saludables no continuaría en su
totalidad. El motivo es, según la
nueva administración, la carencia de recursos suficientes. Sin embargo, para la
enfermera Tatiana Riaño no es por falta de dinero que se cancelaría el
programa, puesto que “hay el presupuesto […] porque desde la alcaldía de la
Bogotá Humana se dejó el presupuesto hasta diciembre de 2016, es decir, la
plata está”.
Los trabajadores denuncian que el distrito
tiene un presupuesto de $16,6 billones para 2016
y que los recursos destinados para el
programa Territorios Saludables irán a parar a los llamados Centros de
Atención Prioritaria en Salud (CAPS), promovidos por Peñalosa para
descongestionar el servicio de urgencias de algunos hospitales creando cerca de
26 centros donde sus principales aliados serían las Entidades Promotoras de Salud
(EPS), una alianza entre el sector público y el privado que
priorizaría los intereses de este último. Adicional, señalan la contradicción
entre que la misma Alcaldía Mayor y la Secretaría de Salud declararan la emergencia sanitaria en la ciudad para luego cancelar el contrato
de más de 9.000 trabajadores del sector de la salud.
Ante las protestas, el secretario de
Salud, Luis Gonzalo Morales, se comprometió a renovar los contratos hasta el
mes de mayo, pero esto se ha quedado en promesas, puesto que sólo se han hecho
ampliaciones de los mismos por periodos muy cortos y de forma focalizada a
algunos trabajadores. Mercy Garzón, quien trabaja en gestión de programas y
políticas del Hospital del Sur, asegura que:
La respuesta que tuvimos al siguiente día
[de la protesta en la Secretaría de Salud] es que hubo hospitales y compañeros
que tienen en este momento contratos sólo por siete días, otros por quince días
solamente, y ya han empezado a despedir mucha gente, son despidos masivos en
todos los hospitales.
Desempleo
y precariedad en la salud de los bogotanos. Con el
recorte de presupuesto al programa de Territorios Saludables, se ven afectados
no sólo los trabajadores sino también la comunidad. El programa trabaja en una
atención primaria en salud a niños y niñas, jóvenes, madres gestantes, personas
con discapacidad, personas de tercera edad, entre otros, que salen al encuentro
de profesionales de la salud como médicos, enfermeras, odontólogos, terapeutas,
psicólogos y trabajadores sociales para brindar, de esta manera, atención
médica en las casas, jardines infantiles y colegios de los diferentes barrios
de la ciudad.
La cancelación del programa no sólo genera
desempleo sino que limita de nuevo la realización de mejores diagnósticos, como
manifiesta Mercy Garzón:
Los servicios de salud se llevaban a la
casa […] Se van a dejar de detectar esas problemáticas que antes se podía
cuando visitábamos las casas, porque es en las casas de las personas que uno se
puede dar cuenta a qué abuelito maltratan, a qué niño maltratan, qué [madre]
gestante es la que no tiene controles prenatales. Es allá, en la casa, donde
uno se da cuenta de las problemáticas de salud de las personas.
Negando
la inclusión. Según los trabajadores, el
programa Territorios Saludables es un éxito y un logro en cobertura. En un comunicado, la Mesa
Nacional por el Derecho a la Salud afirma que la “cobertura poblacional
atendida fue de: 390.000 niños y niñas de la primera infancia, 768.00 niños y
niñas en edad escolar, 1’042.000 de jóvenes, 1’364.000 personas adultas y
324.955 personas mayores”.
La inclusión es un aspecto clave que se
perdería con el cambio de enfoque hacia alianzas con el sector privado que
propone Peñalosa, según señalan los trabajadores. En este sentido, Tatiana Riaño
afirma que:
También se hacen actividades de
participación ciudadana, fomentado la garantía del derecho y la exigibilidad del
mismo […] Llegamos a todos los lados, aquí no tenemos exclusión de si tiene una
afiliación a un régimen contributivo o no la tiene. Nosotros llegamos a todo el
mundo y no tenemos ningún tipo de exclusión.
Adicional, durante las protestas, tanto
los trabajadores como los ciudadanos afectados reclamaban la derogatoria de la Ley 100 de 1993 y la construcción de un nuevo modelo de salud desde la ciudadanía,
llamando a que se realice de forma urgente un control político sobre la crisis de salud en el país. Sobre ello, Mercy, manifiesta que
“movilizarnos es la única opción que nosotros tenemos ahorita, ante las
amenazas y ante los despidos masivos”.
Por su parte, Patricia*, quien trabaja en
el Hospital Vista Hermosa, nos habla de la situación de los trabajadores del
programa de Territorios Saludables y junto a varios de sus compañeros le grita
a la alcaldía y a la Secretaria de Salud que “Territorios saludables no se
compra ni se vende”.
“Territorios saludables no se compra ni se vende”
El recorte del programa Territorios Saludables anunciad por el alcaldePeñalosa ha disparado las protestas por parte de pacientes y trabajadores de la salud.
“Territorios Saludables”. El reencauche de la Ley 100. Recorta el gasto de Salud en un 40%. Con la consecuencia inmediata de no renovar los contratos a cerca de 7 mil trabajadores, entre ellos los del ‘Programa Territorios Saludables’ |
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