Valentina Jiménez Santacruz* Thomas Van Der Hammen ¿bosque o expansión urbana? - Parques Urbanos

  “Casi toda la reserva no tiene foresta, sino potreros con vacas, que pertenecen a privados”. Dichas palabras por el Alcalde  Peñalosa, dan entender la importancia que tiene para él la Reserva Van Der Hammen. La posibilidad de urbanizar el norte de Bogotá ya se había discutido en la anterior administración del alcalde y el tema había quedado archivado. La gran problemática radica en dos partes. Por un lado, el Distrito asegura que Bogotá enfrenta un déficit de vivienda, y por eso ve necesario construir residencias en las zonas sin arborizar de la reserva para evitar el crecimiento desordenado de la ciudad. Por el otro, los ambientalistas afirman que la capital perderá la oportunidad de tener un importante pulmón verde y un espacio de recreación si se llega a urbanizar la reserva.
Reserva Thomas Van der Hammen
    La Reserva Forestal Regional del Norte de Bogotá D.C. “Thomas Van der Hammen” es una zona de reserva ambiental con un área de 1.395,16 hectáreas, declarada en el año 2011 por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) como Área de Reserva Forestal Productora Regional del Norte. Por lo tanto, las hectáreas de la reserva forestal deben protegerse. Su nombre se asignó en memoria al  científico naturalista colombo- holandés Thomas Van der Hammen quién dedicó años de estudio a esta zona. Hasta el día de su muerte, en el 2010, el científico no paró de indagar sobre la composición botánica de la reserva.
    Esta se encuentra ubicada en el borde del norte bogotano, en las localidades de Usaquén y Suba rural. Y sus límites son: Al sur el Humedal La Conejera, La Quebrada La Salitrosa y el Cerro La Conejera. Al oriente los cerros orientales a la altura de Torca. Al occidente el río Bogotá. Al norte la calle 235, el aeropuerto Guaymaral y el Bosque de las Lechuzas. Y la cruzan la Autopista Norte y la Carrera 7a entre las calles 222 y 235. Debido a la polémica que generó Peñalosa, la reserva Van der Hammen es una de las zonas más estudiadas en Colombia, ya que para poder lograr su reglamentación, superó demandas interpuestas en varios frentes y llegó hasta el Consejo de Estado.
    Para declararla como patrimonio natural, fue necesario crear un panel de expertos, constituido por Jorge Acevedo, Eduardo Aldana, Julio Carrizosa, Mauricio Correal, Luis Mauricio Cuervo, Raúl Jaramillo, Manuel Rodríguez, Rogelio Salmona, Germán Samper, Thomas van der Hammen y Gerardo Ardila, los cuales tenían como función identificar su riqueza ecológica y paisajista. Ellos le propusieron al Ministerio de Ambiente crear un área de conexión entre el bosque y los flujos de vida entre los cerros orientales y el río Bogotá, para restaurar su conservación en el tiempo. Finalmente, en el 2014, la CAR y Min. Ambiente, aprobaron dicha proclamación.
    La Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ACCEFYN) y la Universidad Nacional de Colombia llevaron a cabo un estudio. Con él comprobaron que los suelos son propicios para el desarrollo de la agricultura. Aunado a lo anterior, descubrieron que en el terreno existen capas freáticas (agua de lluvia que se filtra en la tierra y crea depósitos subterráneos) y 486 especies vegetales. Por consiguiente, su valor ecológico es muy importante. Y en la fauna, encontraron dos aves propias de la región Andina como la Tingua bogotana, el Chamicero, el Chirriador y el Cucarachero. También se identificaron 23 especies de mariposas, de las cuales dos fueron descubiertas en la reserva.
¿Podría llevarse a cabo la ‘Ciudad Paz’?
    El proyecto de Peñalosa ocuparía de 10 a 15 mil hectáreas, conformado por cerca de cuatro millones de habitantes, donde se concentraría el crecimiento ordenado de la ciudad, con transporte masivo, miles de hectáreas de protección ambiental, parques y senderos ecológicos. Dicha construcción, según el alcalde, implica intervenir “en parte” la Reserva Forestal Thomas van der Hammen.
    “Vamos a organizar el crecimiento hacia el futuro. Bogotá va a tener que crecer tres veces en los próximos 40 años y va a tener 3 millones de habitantes más (…) lo que se busca con ‘Ciudad Paz’ es organizar el crecimiento de la capital de manera que podamos tener una ciudad que no se riegue por la sabana”, explicó el funcionario.
    Dicha construcción, adoptará tres sectores de Bogotá: Ciudad Norte, tendría vías, autopistas peatonales, transporte masivo y bicicarriles; Soacha y Mosquera, tendrá un tubo de conducción del acueducto y extender el metro eventualmente; Ciudad Río, busca que sea el eje de la ciudad y evitar expansión sobre la sabana. También tendrá aproximadamente 60 km de malecones y parques alrededor. Empero, para que tal intervención pueda hacerse efectiva, la administración Distrital debe haber obtenido previamente un permiso por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). Este es el único ente capacitado para aceptar o derogar dichas iniciativas.
    Sin embargo, los expertos ambientalistas, que están en contra de dicho proyecto, argumentan que no es lo que está en la superficie lo valioso, como algunos consideran al ver que potreros y vacas y no un bosque, el verdadero valor se encuentra por debajo de la superficie con los flujos de agua que por esa zona circulan y que ayudan a descontaminar el río Bogotá. En un documento expedido por la CAR, manifiesta que la reserva es “una solución parcial para detener la expansión urbana del Distrito sobre la sabana de Bogotá”, lo que quiere decir, que solo se solucionaría en parte el crecimiento desordenado de la capital.
    Por su parte, expertos como Julio Carrizosa,  recomendó al alcalde hacer Ciudad paz en el centro ampliado, teniendo en cuenta que se le haría un grave daño al sistema de ordenamiento territorial del país. Carrizosa, sostuvo no entender por qué  Peñalosa insiste en construir sobre las 1395 hectáreas si dice que necesita 18 mil, en cambio se generaría un grave problema ambiental para la ciudad.
    “La ciencia hay que respetarla y la ciencia no puede ser manoseada, la ciencia ha dicho que esa reserva tiene todo el valor”, señaló el presidente del Foro Nacional Ambiental, quien aseguró que durante este se evidenció que el alcalde “detesta y menosprecia la reserva Thomas Van der Hammen”, y concluyó que Peñalosa pasaría a la historia como uno de los alcaldes que le habría hecho más daño a la ciudad”. Por ahora esta propuesta está en borrador. A pesar de que existe un mensaje de urgencia por parte del alcalde  Peñalosa, solo dentro de dos meses la Administración Distrital presentaría los argumentos para que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) cambie, si así lo considera, su uso. Tomado:

Thomas Van Der Hammen ¿bosque o expansión urbana?

Son oasis para escapar de la ajetreada vida de la ciudad, para hacer deporte, descansar o simplemente para perderse por sus caminos entre bosques y lagos. 

Muchas de las grandes ciudades del mundo tienen como centro neurálgico una inmensa zona verde con la que se identifican: Nueva York con Central Park, Londres con Hyde Park, Ámsterdam con Vondelpark y así un largo etcétera. Amediados del siglo XIX se empezó a considerar la necesidad de que las ciudades pudieran disfrutar de espacios naturales cercanos, lugares alrededor de los cuales crecían barrios enteros que eran ocupados por familias adineradas. Hoy se han convertido en una pieza urbana fundamental, imprescindibles para valorar el grado debienestar y la calidad de vida. Te mostramos diez ejemplos, todos ellos son visitas ineludibles que seguro que serán un respiro tras un día de patear las calles de cualquier ciudad. 
Central Park. Nueva York. Al contemplar este magnífico rectángulo verde desde los rascacielos que lo circundan, uno se da cuenta de la importancia que este gran parque tiene para Manhattan. Con sus 4 kilómetros de longitud y 800 metros de ancho, es visitado por unas 35 millones de personas al año. Contiene varios lagos artificiales, dos pistas de patinaje sobre hielo y extensas áreas de césped. Además el parque es lugar de estadía de aves migratorias, lo que lo convierte en un buen observatorio.
Bois de Boulogne. París. En el límite oeste de París, el barón Haussman diseñó un parque al estilo inglés, casi tres veces más grande que el Central Park. Una de la secciones del parque, el Jardin d’Acclimatation, está dedicada a los niños e incluye un parque de diversiones, un teatro de marionetas y un museo de ciencias. Allí, fue inaugurada hace poco la espectacular sede de la Fundación Louis Vuitton, un centro artístico diseñado por el arquitecto Frank Gehrycuya silueta se asemeja a un velero de cristal.
Hyde Park, Londres. La capital británica se postula como el primer parque nacional urbano gracias a la red de parques y jardines que atesora en el centro de la ciudad que, además del Hyde, cuenta con otros ocho más. Hyde, al que debe añadirse el aledaño Kew Gardens, abarca 2,5 km2 de jardines bellísimos por los que corretean las ardillas y crecen magníficos rosales. Richmond Park, creado en 1634 por Carlos I como coto de caza, es un punto y aparte. Sus 955 hectáreas de extensión lo sitúan como el parque público más grande de Londres en el que viven más de seiscientos gamos y ciervos.  
Villa Borghese. Roma. La influyente y acaudalada familia Borghese tuvo en esta villa una de sus residencias y la rodeó de maravillosos jardines cuajados de obras de arte. El parque se abrió al público a principios del siglo XIX y con 80 hectáreas de superficie es el tercero en extensión. En su interior se halla el Museo Nacional Etrusco de Roma, albergado en la antigua Villa Giulia, que fue la residencia de verano del Papa Julio III. El paseo entre esculturas hasta lo alto del monte Pincio es una auténtica delicia.
Vondelpark. Ámsterdam. Abierto desde 1864 en el sur de la ciudad, en donde hoy se ha consolidado el Barrio de los Museos, está siempre lleno de gente joven y ciudadanos que escapan en busca de algunos rayos de sol, a deleitarse con el Jardín de Rosas y a disfrutar de un día de campo. De su historia sorprende que fuera creado por una asociación de ciudadanos, en lugar de por la realeza, como era costumbre en esa época. 
Schönbrunn. Viena. Considerado el Versalles vienés, es una de las principales atracciones turísticas de la capital austríaca. Su construcción comenzó en 1696, y aunque originariamente estaba destinado a Carlos VI, terminó siendo su hija María Teresa quien acabó de darle forma. Ésta lo convirtió en la residencia veraniega de los Habsburgo hasta el final de la época monárquica en Austria. Los jardines imperiales que rodean el palacio de Schönbrunn con sus anexos y sus amplios jardines constituyen una de las expresiones artísticas y culturales más importantes del barroco en Europa.
Parque Yoyogi. Tokio. Situado junto al santuario Meiji, es el segundo más grande de la ciudad tras los Jardines Imperiales. Antes de convertirse en parque de la ciudad de Tokio en 1967, Yoyogi fue el área residencial para personal militar estadounidense durante la ocupación aliada y posteriormente formó parte de la villa olímpica de los JJOO de Tokio de 1964. El parque Yoyogi tiene grandes explanadas abiertas, pequeños estanques y zonas ajardinadas y áreas de bosque. Su gran día es el domingo cuando se puede ver en acción a los «rockabillies» tokiotas, que se reúnen en la entrada del parque para bailar, tocar, mostrar sus coches de época y enseñar orgullos sus estilismos.
Jardines de la Bahía. SingapurDe los jardines históricos a uno espectacular de reciente creación. Se trata de un peculiar proyecto ubicado en unos terrenos ganados al mar junto a Marina Bay cuya finalidad es transformar Singapur en una «ciudad jardín». Las ramas metálicas de dieciocho árboles gigantes dan sombra a este jardín se han convertido ya en su icono, además de los dos invernaderos en forma de cúpula, dotados de eficiencia energética y que se refrigeran con el agua de lluvia acumulada.
Park Güell. Barcelona. La gran ciudad-jardín que Antoni Gaudí imaginó en la zona alta de Barcelona es hoy uno de los lugares más frecuentados por visitantes y barcelonenses. En su origen estaba destinado a convertirse en unaurbanización para familias acaudaladas situada en un punto excelente de la ciudad, en plena montaña y con unavistas fantásticas. Este proyecto finalmente no se llevó a cabo a pesar de que muchas de sus instalaciones estaban terminadas y en el año 1918 pasó a ser propiedad de la ciudad.
Tiergarten. Berlín. La capital alemana es una ciudad de parques y zonas verdes, los hay de todo tipo, desde las ajardinadas orillas del Spree, al dinámico Mauer Park. Pero entre todos destaca por sus dimensiones –210 hectáreas– y belleza el Tiergarten, situado en el meollo de la ciudad. Esta gran zona verde se extiende desde la Puerta de Brandemburgo y es atravesado por la Calle 17, con la Columna de la Victoria, y alberga el parque zoológico y la sede de la Filarmónica de Berlín. Está lleno de senderos, recovecos, estanques y áreas boscosas que se disfrutan paseando.

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