El trasteo.
Los estrechos vínculos entre Cruz y PEÑALOSA comenzaron a hacerse
públicos desde el mismo día de la posesión del mandatario cuando en un aparte
de su discurso destacó la labor ejercida por PEÑALOSA como Alcalde
Mayor.
El trasteo de peñalosistas hacia la
Gobernación comenzó con la designación de Juan Manuel Russy, inicialmente para
la Secretaría Jurídica. Hoy ocupa la General. Russy se desempeñó como
secretario de Asuntos Legales de PEÑALOSA.
A él se unieron, Luz Amparo Guerra,
secretaria de Prensa, quien ocupaba el mismo cargo en la administración PEÑALOSA, y Adriana Lópera,
secretaria Privada, quien ocupó la secretaría General de la Alcaldía.
Así mismo, están Esmeralda Rubio, jefe de
Protocolo, quien era consultora de Divulgación de la administración distrital,
y Gloria Arias Ramírez, directora de Talento Humano, quien venía de trabajar
con la Empresa de Acueducto de Bogotá.
Para completar la lista, como jefe de
seguridad de Cruz fue designado el capitán John Mario Pérez, quien desempeñó el
mismo cargo con el alcalde PEÑALOSA.
Sin embargo, el trasteo no paró ahí. Luego
de la crisis desatada por el cuestionamiento a cuatro de sus secretarios por
investigaciones disciplinarias, y que originó la renuncia masiva de su
gabinete, Cruz copó dos de esas vacantes con nuevos ex funcionarios
distritales.
Fue así como hace dos semanas, nombró como
su secretario Jurídico a Martín Moscoso y a César Augusto Medina, como gerente
de la Inmobiliaria.
Ellos ocupaban los cargos de director
jurídico de la secretaría de Hacienda de Bogotá y coordinador de proyectos de
la vicepresidencia de la Cámara de Comercio de Bogotá, respectivamente. Además,
la esposa del gobernador, Zoraida Rozo, fue la secretaria General de PEÑALOSA.
Cabe anotar, que antes de generarse la
crisis, Cruz realizó una reunión con sus secretarios de despacho en el hotel
Chinauta Resort, cerca a Fusagasugá, que fue clausurada por PEÑALOSA, luego de que Cruz lo
presentará ante el auditorio como la persona que había transformado a Bogotá,
que podría trasformar a Cundinamarca y por qué no, a todo el país.
Días antes de posesionarse como gobernador,
Alvaro Cruz reiteró que su administración estaría liderada por
cundinamarqueses.
Sin embargo, el dos de enero, cuando dio a
conocer los nombres de sus principales colaboradores, los habitantes del
departamento se dieron cuenta que la realidad era otra y que la promesa se
había quedado en eso.
Hoy, ocho de sus 30 funcionarios más cercanos
están en la administración luego de ocupar cargos en la Alcaldía de Bogotá o en
entidades públicas de la capital, durante el mandato de PEÑALOSA. Además, ninguno de
ellos es oriundo ni ha vivido en alguno de los 116 municipios de Cundinamarca.
Esto no es un delito, pero ha causado
incomodidad entre los habitantes y algunos líderes políticos del departamento,
quienes lo califican como una falta ética.
Hay inconformismo.
Estos nombramientos han causado incomodidad
ya que la gente piensa que en Cundinamarca hay personas capacitadas para
desempeñar estos cargos y por eso se preguntan: Será que el departamento lo
están convirtiendo en un fortín político de PEÑALOSA?.
Y es que este último interrogante surge
luego de que PEÑALOSA hiciera públicas sus
inatenciones de aspirar a una precandidatura presidencial.
En eso coincide Pablo Bustos, presidente de
la Red de Veedurías de Colombia, quien señala que la administración de Cruz
está tratando de consolidar una aspiración presidencial de PEÑALOSA: "Con estos
nombramientos, el gobernador pretende avanzar en la conquista de electores de
Cundinamarca. Además, él se ha convertido en el mejor aliado del ex alcalde,
cosa que vemos con altísima preocupación .
Por su parte, Felix Guerrero, ex candidato a
la Gobernación, dijo que es lamentable ver que decisiones importantes queden en
manos de personas que no conocen el departamento y que Cruz busque en Bogotá a
sus colaboradores cuando en Cundinamarca hay gente capaz. "Este es otro
error que comete el Gobernador y la invitación es para que reflexione, aunque
es de público conocimiento que los nombramientos se deben a la influencia de su
esposa , afirmó Guerrero.
Por su parte, el diputado Luis Eduardo
Castro, señaló que no le preocupa tanto el hecho de que un gran porcentaje del
gabinete sea del Distrito. "Me inquieta es que muchas de esas personas no
tengan un vínculo estrecho con la provincia cundinamarquesa.
"No importa de dónde vengan, lo ideal
sería que por lo menos conocieran los 116 municipios de Cundinamarca, pues a mí
me consta que algunos de ellos difícilmente saben dónde queda o cómo se llega a
ciertas poblaciones", señaló Castro.
Ese inconveniente lo han tenido que vivir
varios alcaldes de zonas alejadas, que han manifestado que antes de dar a
conocer su problemática, tienen, con mapa en mano, que ubicar su municipio a
algunos secretarios.
"Tengo la absoluta seguridad que en
ningún gabinete del Distrito habrá tanta participación de cundinamarqueses como
en este momento hay de bogotanos en la Gobernación", agregó Castro.
Nada malo.
Sin embargo, hay dirigentes políticos que
ven con buenos ojos los nombramientos, como el caso del ex gobernador Manuel
Guillermo Infante. "Yo no le veo ningún problema a que venga gente del
Distrito. Lo importante es que sean personas capaces de ejercer sus
funciones", manifestó el ex mandatario, quien tiene a una de sus hijas
trabajando con la administración departamental.
Por su parte, el ex gobernador Andrés
González, con quien Cruz trabajó como secretario de Obras Públicas, dijo que si
los funcionarios son correctos y competentes le parece bien. "Pero habría
sido excelente que hubieran sido de Cundinamarca", enfatizó.
Ante estos cuestionamientos Cruz señaló que
trabajar con ex funcionarios del Distrito no representa ningún problema y que
por el contrario su administración ha sido la que más participación le ha dado
a los cundinamarqueses en la historia del departamento. (Ver nota anexa).
EL TIEMPO buscó las opiniones sobre el tema
de la primera dama, Zoraida Rozo, pero fue imposible porque se encuentra fuera
del país.
No puedo gobernar sólo con cundinamarqueses.
El gobernador de Cundinamarca, Alvaro Cruz,
dijo que tiene gente del Distrito trabajando en su gobierno porque la capital
de Cundinamarca es Bogotá: "No tenemos que ser cerrados. Necesito gente
que trascienda los niveles nacionales e internacionales para hacer gestión. Que
tal que trabajara solo con la gente de Cundinamarca o la de mi pueblo, San Juan
de Rioseco? Hasta dónde voy a llegar?".
"Si entramos a revisar el gabinete, de
los 29 que he nombrado hasta ahora, el 44 por ciento, son nacidos en alguno de los
116 municipios. Cuatro funcionarios son hijos de padres cundinamarqueses, cinco
son nacidos en Bogotá y solo siete son oriundos de otras regiones del
país", enfatizó Cruz.
"Yo he rescatado gente que ha trabajado
en Bogotá y la Nación y son reconocidos como funcionarios intachables. Esto con
el objetivo de hacer transferencia de tecnología y de conocimientos. Creo que
mi gobierno es el que más participación le ha dado en la historia a la gente de
Cundinamarca".
Con respecto a las opiniones que indican que
el departamento se está convirtiendo en un fortín político de PEÑALOSA, Cruz dijo que están
equivocados porque ese no es el estilo del ex alcalde.
"En el gobierno de PEÑALOSA ningún nombramiento,
ni siquiera el de mi señora, tuvo orígenes políticos. La gente hace conjeturas
y no conocen que yo soy una persona independiente y que no tengo compromisos
con ningún sector", dijo Cruz.
Alvaro Cruz y el TRASTEO PEÑALOSISTA
La realidad ambiental que envuelve nuestras ciudades, con la desconexión entre ecosistemas, la fragmentación del sistema natural por causa de la expansión de la ciudad, el mal manejo de los escombros y las basuras, ha puesto en riesgo la sostenibilidad de nuestro entorno, propiciando la extinción de animales, plantas y en general de todo el ecosistema que rodea nuestras ciudades.
En Bogotá ya se ha perdido el 82% de los bosques de las regiones subandinas, el 80% de las quebradas, el 95% de los humedales y debido al cambio climático podemos perder para el 2020 más del 40% de los páramos, que son los ecosistemas que nutren de agua a la ciudad.
Es por esto, que el gobierno distrital a través de la Secretaria de Ambiente, declara la Reserva Thomas van der Hammen, como espacio natural de interés público de la ciudad, con el fin de proteger los flujos hídricos de la ciudad, delimitar un territorio ambiental que ayude a mitigar los riesgos de inundación, ayudar a la conectividad ecológica y preservar el balance ambiental de la Sabana de Bogotá por medio de una normativa que aporte los lineamientos y parámetros que le den gobernanza a este territorio que está siendo devorando por la expansión urbana.
La Reserva Thomas van der Hammen, último relicto de bosque tropical húmedo, con características ecológicas únicas que proporcionan uno de los mejores drenajes de suelo de la Sabana de Bogotá, ecosistema que no existe en ningún otro lugar en el mundo, que impacta a nivel regional y que cuenta con especies arbóreas y de animales de carácter endémico, se convertirá en el puente ambiental que haga la conexión entre el ecosistema de los Cerros Orientales, el Cerro y humedal de la Conejera, el valle aluvial del río Bogotá, y los humedales de Torca Guaymaral, así como la planicie conectante, que además de constituir la principal fuente de recarga de acuíferos de la Sabana Norte, presenta los mejores suelos para actividades agrícolas, los cuales ameritan un manejo ecosistémico, regional e integral que garantice su protección y uso racional.
En este video se pueden ver la ubicación y conectividad que se quiere propiciar por medio de la Reserva.
Para esto la administración distrital emitió la Resolución 835 de 2015 que declara como suelo de utilidad pública y de interés social 1.228 hectáreas de la Reserva y el suelo urbano circundante, para lo cual dispondrá de 110 mil millones de pesos del presupuesto de la Administración y 19 mil millones de la CAR para compra de predios y consolidación de la reserva.
Dentro de los impactos ambientales asociados a la generación de esta medida tenemos la recarga de acuíferos que evitarán las emergencias por escasez de agua, la consolidación de un espacio para la investigación científica y el ecoturismo y que la ciudad cuente con el bosque más grande de América, cinco veces más extenso que el Central Park de New York.
En este momento la CAR y la Alcaldía de Bogotá ponen en marcha la planeación de realizar de forma participativa el diseño de la reserva y su método de administración.
El Plan de Manejo Ambiental, para esta zona ubicada al norte de Bogotá, incorpora entre otros componentes la zonificación ambiental de la reserva en: Zona de restauración con 561 hectáreas, zona de preservación con 82 hectáreas, zona de protección al paisaje con 138 hectáreas y zona de uso sostenible con 613 hectáreas.
En el siguiente video, una conferencia donde la Secretaria de Ambiente Distrital, Susana Muhamad, habla sobre el tema. Lo mas relevante se puede ver del minuto 14 al minuto 20.
Obviamente, dentro de este plan se encuentra darle un ingreso a la ciudad para su mantenimiento y protección por de la reglamentación de nuevos usos entre los que se destacan: Equipamientos para guardabosques, fuerza pública, y organismos de socorro, el ecoturismo y la recreación activa como cable vuelo (canoping), escalada en pared artificial, paintball en ambiente natural, ciclorrutas y cabalgatas, entre otros.
Dentro de los usos, lo significativo es que queda claro que en estas más de 1.400 hectáreas está prohibida la construcción de vivienda nueva, de nuevas vías, como los proyectos de la ALO o extensión de la Avenida Boyacá, que atravesaba esta zona y afectaba los humedales Guaymaral- Conejera.
Para poder lograr todo esto y construir el bosque soñado dentro de esta Reserva, la gobernanza ambiental es el primer paso, ahora viene el paso mayor, defender esta gobernanza y no dejar que los intereses particulares sobre la explotación del suelo se apoderen de los intereses plurales de conservación de un territorio que es el que ayuda a proveer de agua a toda la ciudad.
Ojalá las entidades distritales sigan dando todo de sí para poder hacer de esta Reserva un espacio para la protección de los ecosistemas de la Sabana y forme parte del espacio público de la ciudad sin convertirse en el negocio de algunos pocos que se enriquecen a punta de explotar con “paseitos a caballo, paint ball y canoping” el relicto que queda de nuestro bosque húmedo tropical de Sabana.
Demos entonces la bienvenida a la Reserva Thomas van der Hammen, como un nuevo espacio, que aunque ya existe debe ser delimitado para poder ser protegido de la expansión urbana, los intereses particulares y el “desarrollo” de la ciudad que tiene como prioridad el valor de lo explotable económicamente y desconoce el impacto ambiental que generan esta clase de acciones.
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