45 Los edificios se caen solos En Medellín Guillermo Maya - Profesor titular de la Universidad Nacional

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   Después del colapso de la torre 6 del edificio Space en un sector exclusivo de El Poblado que dejó la torre 5 “colgando de un pelo” y el resto es posible que también, ante la incredulidad de los antioqueños, que creían que estas torres estaban hechas para que duraran el tiempo de los faraones, la incredulidad ha aumentado aún más, cuando varios edificios han sido evacuados por posibles deficiencias estructurales o constructivas y que han sido construidos o están en construcción por la compañía CDO.
   En el caso de Continental Towers, uno de los edificios evacuados, el especialista Roberto Rochel, profesor de Eafit, asegura que es mejor derribarlo que repararlo (elcolombiano.com, 5 de noviembre del 2013). El hecho de que no sea uno sino varios los edificios evacuados para su estudio, tanto en El Poblado como en otras zonas de la ciudad, pone en evidencia la existencia probable de un problema sistémico, tanto en los cálculos estructurales como en los constructivos, y no puntual.
   La caída del edificio Space es un evento único. En Colombia y el mundo no se caen edificios todos los días, en un día sin sismos, como cuando cae un rayo en un cielo sereno. Es evidente que Space se cayó por errores, en el cálculo de la estructura o por la calidad y cantidad de los materiales utilizados. Además, esta caída es única porque Space se le cayó a una empresa de larga experiencia y de renombre, con un diseño que había sido premio de arquitectura. Solo en Medellín, la más innovadora, paradójicamente, se cae un edificio por fallas estructurales y constructivas.
   Precisamente, el profesor de la UN sede Medellín, Facultad de Minas, John Jairo Blandón señala que “fallas en la calidad de los materiales o en el diseño estructural del proyecto y no los suelos habrían originado el desplome de una de las torres del complejo Space” (‘Falla en la calidad de los materiales pudo causar desplome de torre’, eltiempo.com, 15 de octubre del 2013).
   Esta circunstancia, la maximización de las ganancias optimizando materiales y espacios al límite, que se ha expresado con el derrumbe del Space y otras edificaciones que tendrán, posiblemente, que ser demolidas o reparadas, va a semiparalizar la actividad empresarial constructora de altos edificios en Medellín, especialmente en El Poblado, que ha sido la manera de acumular grandes fortunas, apropiándose de la plusvalía urbana, generada por la escasez de lotes urbanizables, pero compensada con la construcción en altura, exagerándola, a través de la venta de apartamentos costosos para diversos sectores sociales deseosos de reconocimiento social, al que aspiran por sus logros profesionales y económicos, como sucede en cualquier democracia.
   Muchos constructores van a tener grandes pérdidas con sus proyectos en marcha al producirse la cancelación de compromisos en la compra de apartamentos, por pérdida de confianza en el negocio inmobiliario. Aquellos que estaban haciendo cuentas alegres con la construcción de varios cientos de torres en El Poblado, al aumentar la densificación en más del 50 por ciento, se darán cuenta de que eran castillos en el aire, así como lo fue Space. En El Poblado las ventas inmobiliarias han caído significativamente en el último mes.
Igualmente, los propietarios verán bajar el precio de sus propiedades y perder patrimonio e ingresos por alquileres, y al Municipio, ante los nuevos hechos, le quedará muy difícil argumentar a favor de seguir manteniendo unos impuestos prediales altísimos sobre precios catastrales inflados, y tendrá que bajarlos en consonancia con las circunstancias actuales. Sin embargo, del Alcalde para abajo, en la línea de mando municipal, nadie se ha referido al tema, como si la normalidad continuara y nada hubiera cambiado después de la caída del Space. Están muy equivocados.
   La topografía de El Poblado le pone límites a la codicia inmobiliaria, y la naturaleza ha enviado sus mensajes mortales con los derrumbes de la Cola del Zorro y de Alto Verde en los últimos años. Esta clase de eventos podrá repetirse dadas las características del suelo reptante, que se desplaza, en las lomas de El Poblado. En referencia a estos dos eventos, la ingeniera Carolina Melo señala como causa del hecho a las autoridades y constructores. “El derrumbe en Alto Verde se debe a la incapacidad de las autoridades de gobierno de hacer cumplir a los constructores (…) las normas contenidas en el manejo ambiental, (…) para evitar estos deslizamientos o no permitir la construcción en estas zonas, donde la fragilidad del terreno por su permeabilidad al agua es conocida (…).” (2008, Tesis de Grado, Facultad de Minas, p. 21).
   Lo único que falta, y no es imposible, después del colapso del Space es que se desplome otro edificio por carencias constructivas para acabar de rematar la actividad constructora y la confianza de la gente. Tendrá que pasar mucho tiempo para que esta actividad logre alcanzar el dinamismo que llevaba, ante la pérdida de confianza de los compradores en los constructores, empresarios, ingenieros y las autoridades regulatorias, como Planeación Municipal y las curadurías, extraviadas en las comisiones por metro cuadrado aprobado y convertidas en centros de enlace de negocios inmobiliarios.
   En este sentido, es imperativo para las autoridades, empezando por el alcalde y el Concejo de la ciudad, aprovechar la crisis presente para imponer, a través del POT, unas condiciones más estrictas y severas a la construcción, en El Poblado y en la ciudad en general, de edificios de altura, y proteger así las zonas verdes, los retiros de las quebradas, etc. ¿Es cierto que parte del edificio Space fue construido sobre un caño? No puede ser que, por cálculos políticos y las presiones gremiales, se eche a perder esta oportunidad para la ciudad.
   Además, otro interrogante que queda pendiente es por qué la UN de Medellín se declaró impedida para hacer la investigación de las causas sobre la caída del Space, mientras Uniandes recibía el encargo. ¿Se la recusó porque los calculistas del Space son egresados de la UN y uno de ellos es profesor? Este es un asunto que la comunidad universitaria y la sociedad deberían debatir porque no es clara la decisión.

Guillermo Maya - Profesor titular de la Universidad Nacional

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