12 Hernán Darío Ledesma Gil Ingeniero Civil Space

Caso del edificio Space. Hernán Darío Ledesma Gil - Ingeniero Civil - En ingeniería civil  sabemos, que un estudio de suelos, por  mas serio y exhaustivo que sea, se reduce a hacer unas perforaciones, tan profundas como sea posible y necesario, a estudiar las muestras tomadas en cada perforación, a crear un perfil aproximado para todo el lote y determinar la capacidad de soporte y el tipo de fundaciones mas conveniente y seguro.
    Nunca un estudio de suelos puede determinar movimientos generales de una gran masa de suelo, que vaya mas allá de los límites del lote bajo estudio. No obstante, en el Poblado, desde hace muchos años se dice que el problema no es puntual, sino que hay una gran masa de suelo, muy húmeda y que tiene fallas regionales  y que la densificación de la edificación en las laderas, podría estar produciendo un efecto de precarización de la resistencia de los suelos y tal vez acelerando un movimiento masivo.
    Hay que esperar que haya una investigación neutral, sobre lo que allí sucedió. No creo que una comisión de ingeniería local pueda ser suficientemente neutral, para no tener en cuenta los factores amistad y admiración, o enemistad y odio. Creo que la investigación se debe contratar con técnicos extranjeros.
    A manera de ejemplo, ayer sucedieron dos hechos lamentables. Algunos profesores de la U Nal de Medellín, sin ninguna prueba, cuidándole la espalda a los ingenieros estructurales intervinientes, expresaron por la prensa (ADN), que la causa del desastre era que se habían utilizado materiales de baja calidad, afirmación totalmente irresponsable y un juicio de valor temerario. Simultáneamente, ingenieros de la firma constructora CONINSA, han publicado fotos, inclusive han difundido documentos en la red, donde supuestamente se prueba, que fue el diseño estructural el que falló. Obviamente esta segunda historia le está cuidando la espalda a los constructores.
    Quien investigue no debe tener simpatías ni por diseñadores, ni por constructores, ni por las curadurías, ni por el municipio de Medellín a través de su POT, que fue expedido en tiempos de Fajardo alcalde y deberá cuidar los intereses de las víctimas pasivas: los propietarios de los apartamentos de esta unidad residencial, que independientemente de su estrato, viven una tragedia.
    Se comenta que cuando se expidió el POT de Fajardo, que trató de limitar el desarrollo en altura del Poblado, una cláusula del mismo decía que se respetaban todas las licencias obtenidas antes de su expedición. Se comenta que tanto concejales como funcionarios de la época le dieron información confidencial a sus amigos constructores y estos aprobaron cantidad de proyectos antes de que el POT fuese un acuerdo municipal, lo que a la postre, no sólo fue desleal, sino que contribuyó al aumento de la construcción en altura, en el Poblado y en todo Medellín. 
    CMI y Bernardo Alejandro Guerra, han atribuido gran parte de la culpa del desastre, a la administración Fajardo.
    Alvaro Villegas Moreno, que ha sido además de un prohombre, y un proingeniero, es y ha sido uno de los mejores ingenieros de los siglos XX y XXI. Hoy tiene mas de 80 años. El viene de una familia de clase media, pero su inteligencia y visión empresarial, lo convirtieron en un hombre poderoso, respetado y respetable en el medio de la ingeniería y un ejemplo a seguir por los ingenieros que han podido seguir su vida profesional.
   Para mi, el Doctor Villegas, ha sido y es una persona integra, inteligente, trabajadora, visionaria y lamento mucho, que en esta etapa de su vida esté en el ojo del huracán.
   Deseo que la firma del doctor Villegas, tenga un debido proceso en la investigación y manifiesto mi deseo, que después de todas las investigaciones que vienen, su nombre quede rehabilitado. También hay que buscar culpables en la empresa constructora, los susbcontratistas, los que hicieron el estudio de suelos y quienes fueron los diseñadores estructurales.
   Las curadurías fueron la privatización neoliberal de las oficinas de planeación y al menos en Medellin, han interpretado la norma NSR 10 para tener un grupo de arquitectos e ingenieros que trabajen con ellas y al resto, les niegan el derecho al trabajo de una manera sutil, vigilando demasiado su trabajo hasta que el cliente se aburra y busque a los profesionales recomendados por éstas.
   Igual, el caso de las VIP en Laureles y El Poblado, son una muestra representativa de la corrupción de estos entes, híbridos entre el sector público y el privado y por tanto no le temen a la Procuraduría. Al menos, los supuestos corruptos de las Planeaciones de antes, temían a la Procuraduría.
    Que sea esta ocasión, la apropiada, para revisar la existencia de las
 curadurías per se y se analice, sino es mejor que estas responsabilidades vuelvan a las oficinas de Planeación.
    Deseo que se llegue a la verdad y principalmente que las víctimas, las familias que compraron en este edificio sean reparadas y que se revise y tal vez  se  elimine, el sistema de las curadurías.
Construcción perdió la Mesura


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