Caso del edificio Space. Hernán Darío
Ledesma Gil - Ingeniero Civil - En ingeniería civil sabemos, que un estudio de suelos, por
mas serio y exhaustivo que sea, se reduce a hacer unas perforaciones, tan
profundas como sea posible y necesario, a estudiar las muestras tomadas en cada
perforación, a crear un perfil aproximado para todo el lote y determinar la
capacidad de soporte y el tipo de fundaciones mas conveniente y seguro.
Nunca un estudio de suelos puede determinar movimientos
generales de una gran masa de suelo, que vaya mas allá de los límites del lote
bajo estudio. No obstante, en el Poblado, desde hace muchos años se dice que el
problema no es puntual, sino que hay una gran masa de suelo, muy húmeda y que
tiene fallas regionales y que la densificación de la edificación en las
laderas, podría estar produciendo un efecto de precarización de la resistencia
de los suelos y tal vez acelerando un movimiento masivo.
Hay que esperar que haya una investigación neutral,
sobre lo que allí sucedió. No creo que una comisión de ingeniería local
pueda ser suficientemente neutral, para no tener en cuenta los factores amistad
y admiración, o enemistad y odio. Creo que la investigación se debe contratar
con técnicos extranjeros.
A manera de ejemplo, ayer sucedieron dos hechos
lamentables. Algunos profesores de la U Nal de Medellín, sin ninguna prueba,
cuidándole la espalda a los ingenieros estructurales intervinientes, expresaron
por la prensa (ADN), que la causa del desastre era que se habían utilizado
materiales de baja calidad, afirmación totalmente irresponsable y un juicio de
valor temerario. Simultáneamente, ingenieros de la firma constructora CONINSA,
han publicado fotos, inclusive han difundido documentos en la red, donde
supuestamente se prueba, que fue el diseño estructural el que falló. Obviamente
esta segunda historia le está cuidando la espalda a los constructores.
Quien investigue no debe tener simpatías ni por
diseñadores, ni por constructores, ni por las curadurías, ni por el municipio
de Medellín a través de su POT, que fue expedido en tiempos de Fajardo alcalde
y deberá cuidar los intereses de las víctimas pasivas: los propietarios de los
apartamentos de esta unidad residencial, que independientemente de su estrato,
viven una tragedia.
Se comenta que cuando se expidió el POT de Fajardo, que
trató de limitar el desarrollo en altura del Poblado, una cláusula del mismo
decía que se respetaban todas las licencias obtenidas antes de su expedición.
Se comenta que tanto concejales como funcionarios de la época le dieron
información confidencial a sus amigos constructores y estos aprobaron cantidad
de proyectos antes de que el POT fuese un acuerdo municipal, lo que a la
postre, no sólo fue desleal, sino que contribuyó al aumento de la construcción
en altura, en el Poblado y en todo Medellín.
CMI y Bernardo Alejandro Guerra, han atribuido gran
parte de la culpa del desastre, a la administración Fajardo.
Alvaro Villegas Moreno, que ha sido además de un
prohombre, y un proingeniero, es y ha sido uno de los mejores ingenieros de los
siglos XX y XXI. Hoy tiene mas de 80 años. El viene de una familia de clase
media, pero su inteligencia y visión empresarial, lo convirtieron en un hombre
poderoso, respetado y respetable en el medio de la ingeniería y un ejemplo a
seguir por los ingenieros que han podido seguir su vida profesional.
Para mi, el Doctor Villegas, ha sido y es una persona integra,
inteligente, trabajadora, visionaria y lamento mucho, que en esta etapa de su
vida esté en el ojo del huracán.
Deseo que la firma del doctor Villegas, tenga un debido
proceso en la investigación y manifiesto mi deseo, que después de todas
las investigaciones que vienen, su nombre quede rehabilitado. También
hay que buscar culpables en la empresa constructora, los susbcontratistas, los
que hicieron el estudio de suelos y quienes fueron los diseñadores
estructurales.
Las curadurías fueron la privatización neoliberal de las
oficinas de planeación y al menos en Medellin, han interpretado la norma NSR 10
para tener un grupo de arquitectos e ingenieros que trabajen con ellas y al
resto, les niegan el derecho al trabajo de una manera sutil, vigilando demasiado
su trabajo hasta que el cliente se aburra y busque a los profesionales
recomendados por éstas.
Igual, el caso de las VIP en Laureles y El Poblado, son
una muestra representativa de la corrupción de estos entes, híbridos entre el
sector público y el privado y por tanto no le temen a la Procuraduría. Al
menos, los supuestos corruptos de las Planeaciones de antes, temían a la
Procuraduría.
Que sea esta ocasión, la apropiada, para revisar la
existencia de las
curadurías per se y se analice, sino es mejor que estas
responsabilidades vuelvan a las oficinas de Planeación.
Deseo que se llegue a la verdad y principalmente que las
víctimas, las familias que compraron en este edificio sean reparadas y que se
revise y tal vez se elimine, el sistema de las curadurías.
Construcción perdió la Mesura |
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